Charles Montgomery Burns, el octogenario dueño de la Central Nuclear de Springfield, se encuentra en estado grave al padecer lo que se conoce en términos médicos como «hipohemia» y que traducido al vulgar quiere decir «falta de sangre». Ése fue el motivo que impidió su presencia el domingo en la inauguración del nuevo dispositivo de seguridad de la Central Nuclear.
Para curarse, el Sr. Burns necesita una transfusión de sangre de su mismo grupo sanguíneo, el cero negativo, un grupo poco frecuente en la población.
Desde el entorno de Burns se está haciendo todo lo posible por encontrar un donante compatible que salve la vida del millonario y a tal efecto se encuentra estacionada una furgoneta de donantes de sangre en el exterior de la Central Nuclear, por si en algún momento apareciera una persona dispuesta a cederle su sangre.
¿Cuánto se tarda en esterilizar una aguja? ¡¡Adelante, sólo déjeme sangre para irme a casa!
Yo le daría mi sangre si no fuera por una cosa… ¿Qué cosa? ¡No me da la gana! ¡jajaja!
No puedo creer esto de vosotros. Un ser humano agoniza. Está forrado de millones, ¿y no pensáis sacarle provecho? Me explico ahora por qué sois perdedores atrapados en un trabajo sin futuro.