Un padre saca un cero en un test de paternidad

Según han informado a este periódico fuentes del Instituto Nacional de Paternidad, un padre de 36 años natural de Springfield ha obtenido este sábado una calificación de cero puntos en el test de paternidad que lleva a cabo esta institución desde hace dos décadas.

Este hecho singular y sin precedentes se ha producido tras la publicación del test que mide el coeficiente de paternidad en una revista de tirada nacional. El test, consistente únicamente en 4 preguntas, evalúa los conocimientos del progenitor sobre su hijo y le califica como padre. Las 4 cuestiones que conforman el examen son las siguientes:

1. Nombre a un amigo de su hijo
2. ¿Quién es el ídolo de su hijo?
3. Nombre un padre con el que haya charlado de la paternidad.
4. ¿Cuáles son los hobbies de su hijo?

Tras intentar dar respuesta a las preguntas y no acertar ninguna de ellas, el padre ha sufrido un ataque de pánico durante el cual algunos testigos le han escuchado gritar expresiones como: «¡Oh, Dios mío, resulta que no sé nada sobre mi hijo!», «¡Soy un mal padre!» o «¡Además estoy gordo!».

Una vez recobrada la calma, ha sido el propio padre quien ha decidido poner en conocimiento del Instituto Nacional de Paternidad su fracaso en el test y desde la institución han puesto en marcha el protocolo de emergencia enviando a su casa una ranchera con dos especialistas que se han encargado de conducirle hasta el centro de asistencia.

Una vez en las oficinas del Instituo Nacional de Paternidad, un especialista cualificado en la materia se ha encargado de iniciar el tratamiento al mal padre y el primer paso ha sido obsequiarle con un ejemplar del libro «Paternidad» (Fatherhood) de Bill Cosby. Además, el progenitor ha recibido diversos consejos para mejorar en su papel de padre, como pasar más tiempo con su hijo o encontrar una actividad que puedan compartir juntos.

Desde el Instituto Nacional de Paternidad se han mostrado esperanzados en que tras el tratamiento recibido y la ayuda del libro de Bill Cosby, el padre deficiente pueda acabar aumentando su coeficiente de paternidad, aunque requerirá años de esfuerzo para conseguir una relación totalmente sólida con su hijo.