Empate en el primer campeonato anual de mini-golf

Este sábado se ha disputado en Springfield la emocionante final del «Primer campeonato anual de mini-golf».

Tras varias eliminatorias sólo quedaban los mejores. El grano había dicho adiós a la paja y sólo dos guerreros habían llegado hasta el último enfrentamiento: el hasta ahora desconocido Bart Simpson de 10 años y Todd Flanders, también de 10 años y uno de los más hábiles jugadores empuñando un palo de mini-golf.

El joven Flanders ha tenido el honor de dar el primer golpe de la final y lo ha hecho con un ‘hoyo-en-uno’, pero la réplica del pequeño Simpson no se ha hecho esperar e inmediatamente ha emulado el golpe de su contrincante con otro hoyo de un solo golpe. Los hoyos y los golpes se han ido sucediendo a partir de ese momento mientras los padres de los pequeños daban ánimos a sus vástagos y celebraban sus aciertos.

Así, golpe a golpe, Simpson y Flanders han llegado hasta el hoyo final a la sombra del gran libertador Abraham Lincoln con un empate a ocho golpes. En el primer intento, ninguno de los dos ha embocado con acierto y la tensión se podía mascar en el ambiente hasta tal punto que los dos niños han estado hablando y han decidido que querían abandonar la partida los dos a la vez y quedar empatados, ya que consideraban que los dos eran igual de buenos.

Los jueces lo han consultado y finalmente han aceptado la decisión de los pequeños mini-golfistas de acabar el torneo en empate y repartiéndose a medias los 50 dólares del primer premio.

Tal y como ha expresado el comentarista del torneo, «ésta ha sido la muestra de caballerosidad deportiva más conmovedora desde que Mountbatten devolvió la India a los Punjabs».