Los Isótopos de Springfield ganan gracias a los bailes de un espontáneo

En la noche del miércoles se ha disputado en el Estadio Springfield un nuevo partido de la Liga Menor de Béisbol entre el equipo local, los Isótopos de Springfield, y los temidos Shelbyvillenses de Shelbyville.

El lanzamiento de honor corrió a cargo del Sr. Montgomery Burns, ya que en una parte de la grada se celebraba la «Noche para los empleados de la Central Nuclear, esposas y no más de tres hijos», mientras que el himno nacional fue entonado durante casi media hora por el gran cantante de blues ‘Gingivitis’ Murphy.

Los Isótopos afrontaban el partido con la intención de acabar con su racha de 26 derrotas consecutivas y todo parecía indicar que iban camino de sumar la derrota número 27, pero a pocos minutos del final todo cambió. En ese momento, un espontáneo del público se puso a bailar delante de la afición y consiguió contagiar con su ridícula danza al resto del público para que animaran a Bill McCloskey. Y vaya si le animaron. El bruto de McCloskey, espoleado por los ánimos de su afición, consiguió batear la pelota y la mandó fuera del estadio consiguiendo un ‘home run’ que dio por fin la victoria a los Isótopos de Springfield.

Sin duda, los Isótopos de Springfield le deben esta victoria a este animador anónimo que con sus desinhibidas cabriolas ha conseguido contagiar su ilusión por ganar a toda la grada y a los jugadores.

Además, según ha podido saber este periódico, a la conclusión del partido, el dueño de los Isótopos de Springfield, Antoine Tex O’Hara, se acercó al bailón de la grada y le ofreció convertirse en la mascota oficial del equipo, por lo que es muy posible que en los próximos partidos volvamos a ver a este animador de masas.